PLANEACIÓN Y SECUENCIA
DIDACTICA:
FILOSOFÍA III
ARGUMENTACIÓN
POR:
RUBÉN FERNANDO NIETO
VIGUERAS
AGOSTO
2012.
DOSIFICACIÓN PROGRAMÁTICA
Bloque
Temático I
Carga horaria: 15horas.
|
|||||
Núcleo temático
|
I PROPIEDADES DE LA ARGUMENTACIÓN FILOSÓFICA
|
|
|
|
|
Tema
|
Pensamiento
y lenguaje:
|
CONDICCIONES
DE POSIBILIDAD DEL DISCURSO: VERDAD Y RAZÓN
|
PRINCIPIOS
LÓGICOS-ONTOLOGICOS DE LA ARGUMENTACIÓN: IDENTIDAD Y NO CONTRADICCIÓN
|
- ESTRUCTURA DEL ARGUMENTO Y DICURSO
|
- ESTRUCTURA DEL ARGUMENTO, DICURSO Y
EVALUACIÓN
|
Semana
|
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
Fecha
|
20-24
Agosto
|
27-31
Agosto
|
3- 7
Sep
|
11-15
|
17-21
Sep
|
Carga Horaria
15Hrs.
|
3
|
3
|
3
|
3
|
3
|
Particularmente
en la asignatura Filosofía III: Argumentación filosófica, las competencias
disciplinares 2 y 4 se interrelacionan con las competencias genéricas 1, 4, 6 y
9. Ello se debe a que la argumentación filosófica permite que el estudiante
constituya propuestas de solucionar a
problema de su entorno asumiendo compromisos filosóficos.
COMPETENCIAS
GENÉRICAS
1
Se conoce y valora a si mismo, aborda problemas y retos teniendo encuentra los
objetivos que persigue:
·
Elige
alternativas y cursos de acción con base en criterios sustentados en el marco de un proyecto de vida
·
Analiza críticamente los factores que influyen en su
toma de decisiones
·
Asume
las consecuencias de sus compartimientos y decisiones.
4.-
Escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos
mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiadas.
·
Expresa
ideas y conceptos mediante representaciones lingüísticas, matemáticas o
gráficas.
·
Aplica
distintas estrategias comunicativas según quienes sean sus interlocutores, en
contexto en el que se encuentra y los objetos que persigue.
·
Identifica
las ideas clave de un texto o discurso oral, infiere conclusiones a partir de
ellas.
6.
Sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general,
considerando otros puntos de vista de manera crítica reflexiva.
·
Elige
las fuentes de información más relevantes para un propósito específico y
discrimina entre ellas de acuerdo a su relevancia y confiabilidad.
·
Evalúa
argumentos y opiniones identifica prejuicio y falacias.
·
Estructura
ideas y argumentos de manera clara, coherente y sintética.
9.
Participa con una conciencia cívica y ética en la vida de su comunidad, región,
México y el mundo.
·
Privilegia
el diálogo como mecanismo para la solución de conflictos.
·
Toma
decisiones a fin de contribuir a la equidad,
bienestar y desarrollo democrático de la sociedad.
·
Contribuye
a alcanzar un equilibrio entre el
interés y bienestar individual y el interés general de la sociedad.
·
Actúa
de manera propositiva frente a fenómenos de la sociedad y se mantiene
informado.
BLOQUE TEMATICO I
PROPIEDADES
DE LA ARGUMENTACIÓN FILOSÓFICA
PROPÓSITO: Que el estudiante
aplique los principios lógicos-ontológicos de la argumentación considerando las
condiciones de posibilidades del discurso filosóficos, para reconocer su
importancia en la resolución de problema de su entorno.
1.-PENSAMIENTO
Y LENGUAJE
2.-
CONDICCIONES DE POSIBILIDAD DEL DISCURSO: VERDAD Y RAZÓN
3.-
PRINCIPIOS LÓGICOS-ONTOLOGICOS DE LA ARGUMENTACIÓN: IDENTIDAD Y NO
CONTRADICCIÓN
4.-
ESTRUCTURA DEL ARGUMENTO Y DICURSO
HABILIDADES:
Argumenta
postura mediante una problemática situada, tomando en cuenta los principios
lógicos.
Argumenta
postura tomando en cuenta las condiciones de posibilidad del discurso y la
argumentación.
EVALUACIÓN
ACTIVIDADES: 50%
TAREAS: 20%
EXAMEN: 30%
BLOQUE
TEMATICO I
1.-
Pensamiento y lenguaje:
¿QUÉ QUIERE DECIR PENSAR?
Martin Heidegger
Traducción de Eustaquio Barjau en HEIDEGGER, M., Conferencias y artículos, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994.
Martin Heidegger
Traducción de Eustaquio Barjau en HEIDEGGER, M., Conferencias y artículos, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994.
Llegaremos a aquello que quiere decir
pensar si nosotros, por nuestra parte, pensamos. Para que este intento tenga
éxito tenemos que estar preparados para aprender el pensar.
Así que nos ponemos a aprender, ya estamos
admitiendo que aún no somos capaces de pensar.
Pero el hombre pasa por ser aquel ser que
puede pensar. Y pasa por esto a justo título. Porque el hombre es el ser
viviente racional. Pero la razón, la ratio, se despliega en el pensar. Como ser
viviente racional, el hombre tiene que poder pensar cuando quiera. Pero tal vez
el hombre quiere pensar y no puede. En última instancia, con este querer pensar
el hombre quiere demasiado y por ello puede demasiado poco.
El hombre puede pensar en tanto en cuanto
tiene la posibilidad de ello. Ahora bien, esta posibilidad aún no nos garantiza
que seamos capaces de tal cosa. Porque ser capaz de algo significa: admitir
algo cabe nosotros según su esencia y estar cobijando de un modo insistente
esta admisión. Pero nosotros únicamente somos capaces (vermögen) de aquello que nos gusta (mögen), de aquello a lo que estamos afectos en tanto que lo
dejamos venir. En realidad nos gusta sólo aquello que de antemano, desde sí
mismo, nos desea, y nos desea a nosotros en nuestra esencia en tanto que se
inclina a ésta. Por esta inclinación, nuestra esencia está interpelada. La inclinación
es exhortación. La exhortación nos interpela dirigiéndose a nuestra esencia,
nos llama a salir a nuestra esencia y de este modo nos tiene (aguanta) en ésta.
Tener (aguantar) significa propiamente cobijar. Pero lo que nos tiene en la
esencia, nos tiene sólo mientras nosotros, desde nosotros, mantenemos
(guardamos) por nuestra parte lo que nos tiene. Lo mantenemos si no lo dejamos
salir de la memoria. La memoria es la coligación del pensar. ¿En vistas a qué?
A aquello que nos tiene en la esencia en tanto que, al mismo tiempo, cabe
nosotros, es tomado en consideración. ¿Hasta qué punto lo que nos tiene debe
ser tomado en consideración? En la medida en que desde el origen es
lo-que-hay-que-tomar-en-consideración. Si es tomado en consideración, entonces
se le dispensa conmemoración. Salimos a su encuentro llevándole la
conmemoración, porque, como exhortación de nuestra esencia, nos gusta.
Sólo si nos gusta aquello que, en sí mismo,
es-lo-que-hay-que-tomar-en-consideración, sólo así somos capaces de pensar.
Para poder llegar a este pensar, tenemos, por nuestra parte, que
aprender el pensar. ¿Qué es aprender? El hombre aprende en la medida en que su
hacer y dejar de hacer los hace corresponder con aquello que, en cada momento,
le es exhortado en lo esencial. A pensar aprendemos cuando atendemos a aquello
que da que pensar.
Nuestra lengua, a lo que pertenece a la esencia del amigo y proviene de
ella lo llama lo amistoso. Conforme a esto, ahora a lo que hay-que-considerar
lo llamaremos lo que es de consideración. Todo lo que es de consideración da
que pensar. Pero esta donación únicamente se da en la medida en que lo que es
de consideración es ya desde sí mismo lo-que-hay-que-considerar. Por esto
ahora, y en lo sucesivo, a lo que siempre da que pensar, porque dio que pensar
antes, a lo que antes que nada da que pensar y por ello va a seguir siempre
dando que pensar lo llamaremos lo preocupante.
¿Qué es lo que es lo preocupante? ¿En qué se manifiesta en nuestro
tiempo, un tiempo que da que pensar?
Lo preocupante se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no, a
pesar de que el estado del mundo da que pensar cada vez más. Pero este proceso
parece exigir más bien que el hombre actúe, en lugar de estar hablando en
conferencias y congresos y de estar moviéndose en el mero imaginar lo que
debería ser y el modo como debería ser hecho. En consecuencia falta acción y no
falta en absoluto pensamiento.
Y sin embargo... es posible que hasta nuestros días, y desde hace
siglos, el hombre haya estado actuando demasiado y pensando demasiado poco.
Pero cómo puede hoy sostener alguien que
todavía no pensamos si por todas partes está vivo el interés por la Filosofía,
y es cada vez más activo, de tal modo que todo el mundo quiere saber qué pasa
con la Filosofía.
Los filósofos son los pensadores.
Se llaman así porque el pensar tiene lugar de un modo
preferente en la Filosofía. Nadie negará que en nuestros días hay un interés
por la Filosofía. Sin embargo, ¿existe hoy todavía algo por lo que el hombre no
se interese, no se interese, queremos decir, del modo como el hombre de hoy
entiende la palabra «interesarse»?
Inter-esse significa: estar en medio de y entre las
cosas, estar en medio de una cosa y permanecer cabe ella. Ahora bien, para el
interés de hoy vale sólo lo interesante. Esto es aquello que permite estar ya
indiferente en el momento siguiente y pasar a estar liberado por otra cosa que
le concierne a uno tan poco como lo anterior. Hoy en día pensamos a menudo que
estamos haciendo un honor especial a algo cuando decimos que es interesante. En
realidad, con este juicio se ha degradado lo interesante al nivel de lo indiferente
para, acto seguido, arrumbarlo a lo aburrido.
El hecho de que mostremos interés por la
Filosofía en modo alguno testifica ya una disponibilidad para el pensar.
Incluso el hecho de que a lo largo de años tengamos un trato insistente con
tratados y obras de los grandes pensadores no proporciona garantía alguna de
que pensemos, ni siquiera de que estemos dispuestos a aprender el pensar. El
hecho de que nos ocupemos de la Filosofía puede incluso engañarnos con la
pertinaz apariencia de que estamos pensando, porque, ¿no es cierto?, «estamos
filosofando».
De todos modos, parece una presunción
afirmar que todavía no pensamos. Ahora bien, la afirmación no dice esto. Dice:
lo preocupante de nuestro tiempo -un tiempo que da que pensar- se muestra en
que todavía no pensamos. En esta afirmación se señala el hecho de que se está
mostrando lo preocupante. La afirmación en modo alguno se atreve a emitir el
juicio despectivo de que por doquiera no reina más que la ausencia de
pensamiento. La afirmación de que todavía no pensamos tampoco quiere marcar con
hierro candente una omisión. Lo preocupante es lo que da que pensar. Desde sí
mismo nos interpela en vistas a que nos dirijamos a él, y además a que lo
hagamos pensando. Lo que da que pensar no es en modo alguno algo que empecemos
estableciendo nosotros. Nunca descansa sólo en el hecho de que nosotros lo
representemos. Lo que da que pensar da, nos da que pensar. Da lo que tiene cabe
sí. Tiene lo que él mismo es. Lo que desde sí da más que pensar, lo
preocupante, tiene que mostrarse en el hecho de que nosotros aún no pensamos.
¿Qué dice esto ahora? Dice: todavía no hemos llegado propiamente a la región de
aquello que, desde sí mismo, antes que todo lo demás y para todo lo demás,
quisiera ser considerado. ¿Por qué no hemos llegado aún hasta aquí? ¿Tal vez
porque nosotros, los humanos, todavía no nos dirigimos de un modo suficiente a
aquello que ha sido y sigue siendo lo que-da-que-pensar? En este caso, el hecho
de que todavía no pensemos, sería sólo un descuido, una negligencia por parte
del ser humano. Entonces a esta falta se le debería poder poner remedio de un
modo humano, por medio de unas medidas adecuadas que se aplicaran al ser
humano.
Sin embargo, el hecho de que todavía no pensemos, en modo alguno se debe
solamente a que el ser humano aún no se dirige de un modo suficiente a aquello
que, desde sí mismo, quisiera que se lo tomara en consideración. El hecho de
que todavía no pensemos proviene más bien de que esto que está por pensar le da
la espalda al hombre, incluso más, que hace ya tiempo que le está dando la
espalda.
Inmediatamente vamos a querer saber cuándo y de qué modo ocurrió este
dar la espalda al que nos hemos referido aquí. Antes preguntaremos, y de un
modo aún más ansioso, cómo podremos saber algo de un acontecimiento como éste.
Las preguntas de este tipo se agolpan cuando, en relación a lo preocupante,
llegamos a afirmar incluso esto:
Lo que propiamente nos da que pensar no le ha dado la espalda al hombre
en un momento u otro de un tiempo datable históricamente, sino que lo que está
por-pensar se mantiene desde siempre en este dar la espalda. Ahora bien, dar la
espalda es algo que sólo acaece de un modo propio allí donde ya ha ocurrido un
dirigirse a. Si lo preocupante se mantiene en un dar la espalda, entonces esto
acontece ya en, y sólo dentro de, su dirigirse a; es decir, acontece de un modo
tal que esto ya ha dado que pensar. Lo que está por-pensar, por mucho que le dé
la espalda al hombre, ya se ha exhortado a la esencia del hombre. Por esto el
hombre de nuestra historia acontecida ha pensado ya siempre de un modo
esencial. Ha pensado incluso lo más profundo. A este pensar le está confiado lo
que está por-pensar, si bien de una manera extraña. Porque hasta ahora el
pensar no considera en absoluto este hecho: lo que está por-pensar, a pesar de
todo, se retira; ni considera tampoco en qué medida se retira.
Pero ¿de qué estamos hablando? Lo que hemos dicho, ¿no es únicamente una
sarta de afirmaciones vacías? ¿Dónde están las pruebas? Lo que hemos traído a
colación, ¿tiene que ver todavía lo más mínimo con la ciencia? Será bueno que,
durante todo el tiempo que podamos, nos mantengamos en esta actitud defensiva
en relación con lo dicho. Porque sólo así mantendremos la distancia necesaria
para un posible impulso desde el cual tal vez uno u otro logrará el salto que
le lleve a pensar lo preocupante.
Porque es verdad: lo dicho hasta ahora, y
toda la dilucidación que sigue, no tiene nada que ver con la ciencia, y ello
precisamente cuando la dilucidación podría ser un pensar. El fundamento de este
estado de cosas está en que la ciencia no piensa. No piensa porque, según el
modo de su proceder y de los medios de los que se vale, no puede pensar nunca;
pensar, según el modo de los pensadores. El hecho de que la ciencia no pueda pensar no es una carencia sino una ventaja. Esta ventaja le asegura a la
ciencia la posibilidad de introducirse en cada zona de objetos según el modo de
la investigación y de instalarse en aquélla. La ciencia no piensa. Para el modo
habitual de representarse las cosas, ésta es una proposición chocante. Dejemos
a la proposición su carácter chocante, aun cuando le siga esta proposición: que
la ciencia, como todo hacer y dejar de hacer del hombre, está encomendada al
pensar. Ahora bien, la relación entre la ciencia y el pensar sólo es auténtica
y fructífera si el abismo que hay entre las ciencias y el pensar se hace
visible, y además como un abismo sobre el que no se puede tender ningún puente.
Desde las ciencias al pensar no hay puente alguno sino sólo el salto. El lugar
al que éste nos lleva no es sólo el otro lado sino una localidad completamente
distinta. Lo que se abre con ella no se deja nunca demostrar, si demostrar
significa esto: deducir proposiciones sobre un estado de cosas desde
presupuestos adecuados y por medio de una cadena de conclusiones. Aquel que a
lo que sólo se manifiesta en tanto que aparece desde sí ocultándose al mismo
tiempo, aquel que esto sólo lo quiere demostrar y sólo lo quiere ver
demostrado, éste en modo alguno juzgará según un módulo superior y riguroso de
saber. Sólo calcula con un módulo, y además con un módulo
inadecuado. Porque a lo que sólo da noticia de sí mismo apareciendo en su
autoocultamiento, a esto sólo podemos corresponder señalándolo y, con ello,
encomendándonos nosotros mismos a dejar aparecer lo que se muestra en su propio
estado de desocultamiento. Este simple señalar es un rasgo fundamental del
pensar, el camino hacia lo que, desde siempre y para siempre, da que pensar al hombre. Demostrar, es decir, deducir de presupuestos
adecuados, se puede demostrar todo. Pero señalar, franquear el advenimiento por
medio de una indicación, es algo que sólo puede hacerse con pocas cosas y con
estas pocas cosas además raras veces.
Lo preocupante, en este tiempo nuestro que
da que pensar, se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no pensamos
porque lo que está por-pensar le da la espalda al hombre, y en modo alguno sólo
porque el hombre no se dirija de un modo suficiente a aquello que está por
pensar. Lo por-pensar le da la espalda al hombre. Se retira de él reservándose
en relación con él. Pero lo reservado (Vorenthalten)
nos está ya siempre pre-sentado. Lo que se retira según el modo del
reservarse no desaparece. Pero ¿de qué modo podemos saber algo, aunque sea lo
más mínimo, de aquello que se retira de esta manera? ¿Cómo podemos llegar
siquiera a nombrarlo? Lo que se retira, rehúsa el advenimiento. Pero...
retirarse no es lo mismo que nada. Retirada es aquí reserva y como tal...
acaecimiento propio. Lo que se retira puede concernirle al hombre de un modo
más esencial y puede interpelarlo de un modo más íntimo que cualquier presente
que lo alcance y le afecte. A lo que nos afecta de lo real nos gusta
considerarlo como lo que constituye la realidad de lo real. Pero precisamente
la afección que tiene lugar por obra de lo real puede encerrar al hombre
aislándolo de lo que le concierne, que le concierne de un modo ciertamente
enigmático: el de concernirle escapándosele al retirarse. La retirada, el
retirarse de lo que está por-pensar, podría, por esto, como acaecimiento
propio, ser ahora más presente que todo lo actual.
Ciertamente, lo que se retira de nosotros del modo como hemos dicho se
marcha de nosotros. Pero en esto justamente tira con él de nosotros y, a su
modo, nos atrae. Lo que se retira parece estar totalmente ausente. Pero esta
apariencia engaña. Lo que se retira está presente, y lo hace de modo que nos
atrae, tanto si nos percatamos de ello de inmediato como si no nos damos cuenta
para nada. Lo que nos atrae ya ha concedido advenimiento. Cuando conseguimos
estar en el tirón de la retirada, estamos ya en la línea que nos lleva a
aquello que nos atrae retirándose.
dolor estamos nosotros y casihemos perdido la lengua en lo ext
1.2- Pensamiento: El
pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo con intervención
de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje,
etc. Es una experiencia interna e intersubjetiva. El pensamiento tiene una
serie de características particulares, que lo diferencian de otros procesos,
como por ejemplo, que no necesita de la presencia de las cosas para que éstas
existan, pero la más importante es su función de resolver problemas y razonar. El
pensamiento se divide en tres tipos:
a) La idea o concepto: es
una representación mental de un objeto, sin afirmar ni negar nada de él. Por
ejemplo, la idea del amor, la verdad.
División de Conceptos
Hay muchas formas de dividir los
conceptos. Clasificaremos los conceptos de según:
Su extensión:
Singulares: Expresan un solo individuo. Ej.:
María, Esta mesa.
Particulares: Expresan varios individuos pero
no todos. Ej.: Algunos niños, muchos perros, etc.
Universales: Expresan todos los individuos.
Ej.: Mesa, Árbol, etc.
Se sub. Divide en:
Unívoco: se atribuye de manera idéntica a
varios sujetos. Ej.: Libro de
religión, libro de lógica, libro de matemáticas.
Análogo: se atribuye a varios sujetos de
manera ni totalmente idéntica ni totalmente diferente. Ej.: Niño piadoso, imagen piadosa.
Equívocos (términos): representa dos o varios
conceptos totalmente diversos. Ej.: El perro mueve la cola (rabo), el carpintero pega con cola (pegamento), quiero una soda con cola (refresco).
Su comprensión:
Simple: Expresa una sola esencia. Ej.: mesa.
Compuesto: Comprende varias esencias. Ej.:
mesa de madera.
·
Su perfección:
·
Oscuros: No permiten
distinguirlo de los demás. Ej.: Hombre, como animal.
·
Confusos: Distinguen de los
demás de una manera muy general. Ej.: Hombre como bípedo sin alas.
·
Distintos: Conoce con toda
perfección. Ej.: hombre como animal racional.
·
Su relación:
·
Idénticos: Significan lo
mismo. Ej.: Hombre = animal racional.
·
Diversas: Tienen significados
diferentes. Se dividen en:
·
Compatibles: Se pueden
realizar juntos en el mismo sujeto. Ej.: Hombre, alto, blanco.
·
Incompatibles: No se pueden
realizar juntos. Ej.: Árbol-sabio.
·
Se divide en:
·
Disparatados: Pertenecen a
géneros diversos. Ej.: carro amable
·
Contradictorios: Un concepto y
su negación. Ej.: Blanco y no blanco.
·
Contrarios: dos extremos de un
mismo género. Ej.: blanco y negro
·
Privativos: una cualidad y la
ausencia de ésta. Ej.: Vidente y ciego
·
Correlativos: Cada uno exige
al otro. Ej.: Padre e Hijo.
b) El juicio es la
afirmación o negación de una idea respecto a otra. Por ejemplo. ¨La mesa es de
madera¨
DIVISIÓN DEL
JUICIO
Es el análisis de las
diferentes clases de juicio y proposiciones ya que esto dio origen a
divergencias
Por su cualidad.- todo juicio
tiene cualidad esencial de ser afirmativo o negativo
·
Afirmativo.- expresa la
relación de convivencia entre sujeto y predicado. Se dice que es el que une o sintetiza
·
negativo.- expresa la relación
de no convivencia entre sujeto y predicado. Es el que separa al predicado.
Por su cantidad.- se distingue
este por dos juicios
Universal.- El sujeto es un concepto
explicitante universal, y se caracteriza por el adjetivo que es todo opuesto al
sujeto
Particular.- El sujeto es un concepto
particularizado, se caracteriza por un adjetivo algún antepuesto al sujeto.
Por su propiedad elemental.-
La propiedad fundamental del juicio es la adecuación inadecuacion a la
realidad. Apartir de esto surgen dos
juicio verdadero.- es el que esta acorde con
la realidad.
Juicio falso.- Esta en desacuerdo con la
realidad
Por su nexo.- Depende al tipo
de enlace que hay entre sujeto y predicado. Hay dos clases
Juicio necesario.- es el cuyo nexo entre
sujeto y predicado es asi y no puede ser de otro modo.
Juicio contingente.- es el que cuyos nexos
con el sujeto y predicado es así, mas sin embargo podría ser de otra manera.
Por su comprehensión.- SE
divide de acuerdo con el contenido y conceptos expresados.
Juicio analítico.- Aquel cuyo predicado esta
contenido en el concepto expresado por el sujeto.
Juicio Sintético.- es cuyo predicado es
extraño al concepto en el sujeto.
Por su fundamento.- Se ha empleado
nueva división del juicio.
Juicio A priori.- Aquel cuya validez depende
de la experiencia sensible.
Juicio posteriori.- cuya validez depende de
la experiencia sensible.
Por su unidad.- esta puede
dividirse en dos
Juicio Simple.- tiene un concepto, verbo y
predicado.
Juicio Compuesto.- Es el que tiene más de un
sujeto o predicado o verbo.
Por su composición.- Las
proposiciones compuestas tiene una variedad muy grande de formas. Esta se
divide en 4 y son
Copulativa.- une sus elementos con una
conjunción
Disyuntiva.- Separa los elementos por la
conjunción disyuntiva
Condicional.- es la que afirma algo
sometiendo una hipótesis
Republicada.- señala un aspecto del sujeto y
se adecua al predicado.
c) El raciocinio es la
obtención de un conocimiento nuevo a partir de otros, ya establecidos. Por
ejemplo ¨ todo hombre es racional, Pedro
es hombre, luego Pedro es racional.
TIPOS DE
RAZONAMIENTOS MEDIATOS
De acuerdo con lo anterior,
cuando la conclusión se deriva de manera mediata de varias premisas tenemos un
razonamiento mediato. Como inferencias tenemos dos modalidades: las inferencias
mediatas necesarias y las inferencias mediatas probables:
Inferencias mediatas necesarias: la
conclusión se infiere necesariamente de las premisas por que esta implicada en
ellas.
Deductivos: tienen las premisas generales o
universales que permiten derivar conclusiones particulares. El permiso general
es particularizado en la conclusión, por eso la conclusión ya esta contenida en
las premisas.
Silogismo: tiene dos premisas, una conclusión
y tres conceptos, con proposiciones de tipo A, E, I, O. por sus relaciones
conceptuales, la conclusión esta implicada en las premisas.
Proposicionales: tiene premisas con
proposiciones compuestas o moleculares, relacionadas con las conectivas, que
pueden derivar conclusiones que repiten lo dicho en ellas.
Transductivos o relacionales: tiene premisas
con el mismo grado de extensión, pero un concepto mediador en las premisas
transfiere la relación de los extremos de la conclusión.
Inferencias mediatas probables: la conclusión
se infiere como probable de las premisas por que no esta implicada en ellas.
Los razonamientos analógicos: que tiene
premisas en las que se establece una analogía o semejanza entre parte de los
rasgos de dos objetos y de ahí se concluye que sea semejantes.
Los razonamientos inductivos: tienen premisas
particulares que permiten derivar conclusiones generales. Las premisas
particulares son generalizadas en la conclusión no esta contenida las premisas.
Actividades:
v elabora
mapa mental con referente a la división de ideas o conceptos.
v ejemplifica un ejemplo de los siguientes
juicios: universal afirmativo, particular negativo,
v
elabora
un silogismo con el tema de la eutanasia.a en lo extraño
No hay comentarios:
Publicar un comentario